Cacería entre sonrisas y suaves manos…
Laj Hakkinen.
Siempre pensé que fue un sueño… me miraban, y yo a ellos… siempre lo pensé…
El licor me estaba sucumbiendo… mis ojos estaban rojos de la turba de emociones… caminé detrás de ella, mis hombros se relajaban al andar… iba detrás de su andar en el bar La Carvallo… era un pequeño lugar, cómodo con pocas luces a la vista… mi vestimenta la atraía, pero no bastaba eso…
Eran casi las diez, estaba solo de frente al ordenador… llegó uno de esos fowards de algún rave o fiesta… la luz estaba casi al desmayo… parpadeaba junto con los beats de la música que salía de la Mac… abrí una de mis cuentas de mail… dudé un poco en leer ese foward… el instinto me invitó a hacerlo… lo leí, me había invitado Pierre a la demostración de arte sonoro en el bar La Carvallo… Pierre siempre con sus mails comunales, mucha gente ya no creí en ellos, y yo tampoco creía… medite un poco si salir o no… si quedarme unas cuantas horas más averiguando en la red y beber algo de vodka… o salir y tal vez charlar con alguien…
Caminamos a través de ese estrecho pasillo… la exposición me mandaba a otra dimensión como un sueño… su figura resaltaba entre la horda… sus ojos me miraban y no se si con un deseo fugaz o un interés permanente… me tomó de la mano, se aferro a ella y me llevó directo a la sala modular de una de las habitaciones despejadas… nos sentamos… su mirada devoraba mi interior… no recuerdo haberme sentido así… el trabajo me hacia olvidar esas sensaciones…
Me encamine a la ducha… el calor de la primavera me hacía entrar en osmosis… entré en el baño y observé mi cara en el espejo… mi cara estaba contraída… la vida ya me había dado algunas lecciones y ellas estaban impresas en ella… me miraba, necesitaba rasurar el paso del tiempo… comencé despojándome de los jeans desgastados y de mi camisa transpirada… me introduje en la lluvia tibia… me desconecte un poco de todo… sentía el agua despojarme de todo… me sentí reconfortado… abrí el cancel de la ducha y tome una toalla… sequé mi cuerpo… me ceñí la toalla en torno a mi cintura para no estar desnudo… tome la espuma de afeitar y la froté a mi cara… poco a poco me despojé del tiempo…
Me relajaron sus palabras y el alcohol… me sentía realmente con deseos de pasar una noche dentro de su cama… tal vez lo quería ella también… sus ojos azules me reflejaban su deseo de tomarme… bebí poco a poco de la copa de whisky… hablé en voz baja y ella se acercó a mí, olí el perfume que dejaba al hacerlo… me detuve un poco y pensé si era prudente invitarla a mi departamento…
Salí mas fresco del baño… me encaminé hacia mi habitación… había despejado mi mente con la ducha… los deseos de mandar todo al carajo se esfumaron… me sentía un poco más tranquilo… el maldito site web de la INS me tenía un poco estresado… me habían estado llamando toda la tarde para presionarme que tuviera a tiempo su página… tontos, sólo bastaría una noche para terminarla…
Me puso su brazo en mi espalda… se acerco… y me besó… sentí el deseo más fuerte… me tomo fuertemente y se abalanzó sobre mí… mis manos quedaron libres, no las dejó escapar… las tomó para que acariciara su espalda… mis manos recorrieron su piel cubierta por esa minúscula ropa… se detuvo… me miró y sonrió tomando mis labios con su dedo índice… me hizo una seña diciendo que volvería en un instante…
Eran ya las once, lo marcó el reloj de la pared en la habitación… empecé a vestirme… no sabía que elegir, sólo quería estar cómodo… pensé en lo interesante que podía ser esa noche y tal vez conocer a alguien… me imaginaba tal situación como en un sueño… encendí el estéreo y escuche la música del viejo Cohen… no era sólo magia, era su poesía… era un himno… acabé de vestirme… tomé las llaves del auto… era un Maverick rojo… cerré la puerta y salí al corredor …
Se marchó… estaba deseoso de besarla una vez más… miré otras parejas, todos fingían no mirarme… no me importó… seguí con el deseo de tomarla… miré por todos lados impaciente… quería abrazarla, tocar su cintura y escaparme con ella… me distraje mirando los cuadros del lugar… en el rincón había uno… había hombre desfigurado pintado… me inquieto…
Bajé los escalones del edificio de mí departamento en la calle de Ross… ahí, sobre la calle estaba mi diablo escarlata… el brillo de la luz de las lámparas se fusionaba con el brillo del rojo pasión… abrí la portezuela y me senté en su linda piel negra… dejé la portezuela abierta… giré la llave y se dejó oír la música de sus caballos infernales… dejé que la máquina se calentara… silbé esa canción de Leonard… mis ojos miraban la profundidad de la calle… alcancé a percibir a alguien por el espejo retrovisor… era una sombra negra… salía de entre las sombras de los árboles… volteé mi mirada hacia al frente esperando ver pasar al noctámbulo…
Me acerqué al cuadro… el hombre tasajeado mostraba la angustiosa muerte… me aterró verlo… esos trazos rojos pintaban el dolor de la tortura… sentí un desbalance… se nubló mi vista por un instante… opté por sentarme para tratar de sentirme mejor… lo hice… camine hacia la salita… me senté, mi respiración era algo agitada… traté de beber algo, mi copa ya no estaba, ó no recordaba si realmente la hubo…
No vi pasar la sombra, quizás fue el cansancio… me traicionaron mis sentidos… cerré la portezuela y aceleré… miles de pensamientos me recorrieron al dejar la calle… no pude explicar el porque de las remembranzas… viré a la derecha y tomé la vialidad… encendí un cigarrillo… poco a poco llenó la atmósfera de figuras de humo… abrí la ventanilla… el viento entró con fuerza tal como los caballos escarlatas…
Recargué mi cabeza en mis brazos… mis manos se aferraron a mi rostro… tenía la mirada abajo… alcancé a ver las fibras del piso… cayó un gota de sangre… salió de mí… mi nariz sangraba… puse mi cabeza en el respaldo… respiré lentamente para relajarme… tranquilicé mi mente… lentamente me libré del pánico… la sangre dejó de salir… por un momento volví a pensar en ella, ya había tardado envolver…
Las luces recorrían una a una la piel del Maverick… había algo de tráfico, el que siempre había a esa hora y en ese día… la vía estaba llena de autos con música de antro… odiaba esa música… a lo lejos se veía el cambiar de los semáforos… de un verde a un amarillo… y a un rojo… todos se detenían… intercambiaban miradas… entre fiesta y risas transcurrían esos segundos ahí detenidos…
Perdí la razón del tiempo… seguí con mi cabeza sobre el respaldo… descansando… reponiendo mi mente de la cruel impresión… me desanimé, quizás ya no volvería… quizás se marchó con alguien más… no podía olvidar su figura… ni su rostro… apareció de pronto… sonreía… lo hacía como hace unos instantes… y en su cara estaba el deseo… tomó mi mano… me jaló abruptamente y me besó… tomó mi espalda… yo quería tomarla… me llevó por los pasillos del bar… besándonos…
El semáforo marco un alto… frené… y al lado lo hizo un auto deportivo verde… casi al mismo tiempo… en sincronía… miré en su interior… una mujer estaba al volante… su mirada estaba fija en el frente… al parecer tenía prisa, sus dedos golpeaban el volante… la miré buscando su mirada… y no se resistió… volteó y le sonreí… ella lo hizo también como si le agradara… no dejé de mirarla… ella miró al frente un instante… y volvió a mirarme… sonrió…
Sentí el chocar de mi cuerpo con el de otros… el lugar estaba lleno… no le importó y a mí tampoco… seguía besándome… el palpitar de mi corazón era irremediablemente acelerado… mis manos no dejaban de soltar las suyas… se detuvo… sonrío y se acerco a mí oído… susurro un deseo… no me resistí… busqué la salida… ella me seguía aferrada a mi… a tenerme… a poseerme…
Seguí con mi mirada fija en ella… seguía sonriendo… entreabrió sus labios… me lanzó una señal… quería que la siguiera… ella aceleró su auto deportivo… quería competir… quizás la recompensa sería conocernos… esperaba el verde con ansia y yo también… sonreía y se mordía los labios… me gustaba que lo hiciera… contesté a cada uno de los acelerones de su deportivo con uno de mi escarlata…
Salí detrás de ella… mis sentidos estaban aturdidos por el deseo… mi interior sudaba en frío… ella sonreía con un fingido adiós… quizás la melancolía empezaba a apoderarse de ella… quizás la noche estaba acabando… caminamos a lo largo de esa calle… estaba húmeda la banqueta… una suave lluvia cayó… refresco todo el calor que por dentro corría… la tomé de la cintura… intempestivamente la besé con fuerza… quería decir algo… no lo hice… ella lo entendió… caminamos hasta el viejo parque…
El verde cedió… comenzó la cacería… no había depredador… ambos éramos la presa…
Presa de los deseos… primero fue ella… aceleró… sonreí y corrí detrás de ella… no quería dejar que se fuera… ella aceleró cada vez más… la adrenalina estaba al descubierto… sin más que sólo el deseo… era él, el motor de todo… viró a la derecha… me apresuré a no perderla… era la vía Lamarck… no me importó el nombre en ese momento… sólo quería atraparla… siquiera volver a ver su mirada…
Llegamos a la banca donde solía leer… donde todos mis recuerdos se habían estancado… me senté… su cabello brillo con la luz tenue de la luna… me tomó de la mano frenéticamente… sin decir nada… sin dejarme respirar… simplemente comenzó tomando mi cuello… desabotonó el primer botón de mí camisa… sin decir nada… besándome como nunca… puso su cuerpo sobre el mío… acarició todo mi ser… yo hice lo mismo… la acaricié… no paré… ella no lo hizo tampoco… mi cuerpo ansiaba sus caricias… la tomé por su cintura… cargué su ser ligero… nos postramos sobre el pasto…
La adrenalina me hizo derrapar al dar vuelta… mis sentidos estaban alterados por la persecución… mi Maverick hizo un ruido con su trote accidentado… ella seguía en el camino… disminuyó su velocidad… fue sólo un momento y volvió a emprender la huída… mis manos pedían tranquilizarme… no lo pude hacer… la nicotina pudo ser un remedio tardío… de pronto sacó su mano por la ventanilla… ella pensaba que me había rendido…
Me despojó de mis vestiduras… rasgó mi camisa rompiendo algunos botones… hice lo propio con ella hasta quedar sin piel… simplemente carne al descubierto… sin perturbaciones… sólo ella y yo… tomé su cuerpo… ella me arrastraba hacia ella… su fuerza no cedió… mis pupilas se dilataban… nuestra respiración se tornó acelerada… como en la cacería… sentí llegar al límite… y junto a mi, ella… sólo fue una última exhalación… y nos desprendimos el uno del otro… nos miramos… sonreímos… se consumó… todo lo carnal fue… y sin dejar de tomar su mano… pronto caí rendido… cerré mis ojos… no fui capaz de evitarlo… pero sentí su mano junto a la mía…
Me acerqué pronto a la par de ella… alcancé a ver su auto junto al mío… no había perdedor… la vi sorprendida… y me miró con el deseo de hace unos instantes… ahora yo aceleré… mi auto se tornó rápido… volteé hacia atrás… avanzaba pronto… poco a poco era ella quien se quedaba atrás… saque mi mano como ella hace un momento… le hice una señal… la reté… ahora fue detrás de mí… alcancé a bordear unos obstáculos de la vía… espejeé… lo hizo también, apresuradamente… cada vez la distancia se acortaba… en un segundo estaba a lado… su cabello ondeaba por el viento… le hice la señal de detenernos… me respondió positivamente… sólo que no miré al frente…
Sí, su mano se sentía… de un suave calor… mis sentidos cerraron la conexión con ella… me sentí satisfecho… la cacería fue un éxito… noté que en mi había un guiño de felicidad… dentro de mi lo sentí como un sueño… no quería despertar… me sentí observado… me sentí como analizado detenidamente por el mundo… como si el mal fuera tan perceptible… tan perceptible para todos… sentí frío…
Fue un error no mirar al frente… no lo supe en el segundo… miré al frente… sin pensar en la gravedad… las luces rojas de un camión… marcaban una pausa a la persecución… no pude evitar el contacto… mi sentidos se aterraron… cubrí mí cabeza con mis manos… fue tan rápido… no pensé ni siquiera en ella… sólo fue en mí… los cristales saltaron sobre mi… sentí el retorcijo y el golpe de los fierros… pequeños dolores se hacían presentes en mí cuerpo… se acentuaban… iban creciendo… lo sentí… milésimas de segundo donde mí vista se nublo… no supe nada de mi…
El frío estaba en mí mano… pronto escuché sólo ruidos extraños… gente hablando… murmurando… en mi conciencia no había indicio alguno de la realidad… quise despertar y abrir los ojos… quizás alguien había encontrado la escena de amor… quizás estábamos al descubierto… desnudos… las voces hablaban… no paraban… no pude entender sus mormullos… sólo alcanzaba a percibir mi nombre… tenue… muy tenue… era una voz dulce…
Alcancé a recobrar mi estado… estaba dentro de mi caballo escarlata… estaba atorado entre todas esas formas afiladas del acero… sentí un poco de sangre salir de mi nariz… salí del auto… el camión había desaparecido… en unos segundos ella apareció frente a mí… tomó una toalla y limpio la sangre… sonrío y tomó mi mano… empezamos a caminar… y no sabía a donde… no lo entendí… volteé hacia atrás… me detuve… mi auto ya no estaba… sólo estábamos los dos sin rumbo conocido… no alcancé a comprender la escena… ella lo notó… y comenzó a jalar de mi… no le di importancia y caminé a su lado…
Poco a poco el murmullo era entendible… y mi nombre se oyó más fuerte… alguien lo nombraba… no conocía su voz… mis ojos sentían el deseo de observar… ya no me sentí entre el pasto del viejo parque… ya no sentí el frío en mi mano… y ya no sentí su mano… como si se hubiera escapado con todo… quizás si fue un sueño… no lo sabía… poco a poco abrí mis ojos… sentí una luz muy fuerte sobre mi… una cuadrilla de doctores y enfermeras estaban a lado de mí… se veían desesperados… desesperanzados… comencé poco a poco a entenderlo… hablé… pregunté sin tener respuesta… todos corrían de un lado a otro… en un instante todos se dieron por vencidos… y se retiraron con lentitud… algo paso… la lluvia de personas desapareció y solo quedó suspendida una mano del barandal de la camilla… me levanté lentamente… sentía el dolor en mi cuerpo… descanse mi cuerpo sobre la almohada… percibí un cuerpo… vi su figura… era ella… yacía muerta… sin vida… tomé mis manos y las puse en mis ojos… y corrió una lagrima…
Todo fue parte de un sueño… del mundo de mis sueños… y ella fue real…