.... y si no fumara?
Un par de cigarrillos. laj hakkinen. El día empezaba a transcurrir tan aburrido como hace meses atrás, mi sentido común de ver las cosas era más abierto que hace tiempo, el tiempo se volvía viscoso y lento, abrí mi cigarrera y tome uno de esos cigarrillos de la marca de costumbre, tome con ligereza el encendedor, prendí mi cigarro, y fume... recordé la gran cantidad de cigarros que había fumado desde los trece años cuando solo alcanzaba para alitas y empezaba a convertir de mi vida un caos, era tan emocionante esconderse entre los baños de la escuela y fumar un cigarro entre la clandestinidad, pronto se volvió en un acto tan cotidiano como ahora, esconderme en la azotea de mi casa para fumar a hurtadillas, sin ser visto por mis padres; no sólo eso recorrió mis pensamientos en ese instante, gracias a un cigarrillo había conocido a tanta gente y con quien había compartido un cigarro y ese instante de fumar, de sentir esa sensación que mueve mis nervios y hace temblar mis manos y que hasta algunas veces me hacia sentir tan relajado, dentro del mundo de un fumador experimente tanto desde fumar en una pipa, hasta maquinar mis propios cigarrillos con cualquier papel que levantaba del suelo, todavía me reía sólo de recordarlo, el papel mas nocivo pero mas pegador era el papel de propaganda comercial , de sabor tan fuerte que calaba en los pulmones casi como un toque de marihuana, y mareaba tanto como ella, quizás era por toda la carga de químicos que lleva consigo. no descuidaba mi cigarro, a cada momento lo disfrutaba... hasta que llegó el momento del final, mire el cenicero, un cenicero de vidrio cortado, tan lleno hasta el tope de ceniza y colillas, apague la colilla y tome de nueva cuenta mi cigarrera estaba vacía, más sin embargo mi deseo de fumar era interminable, como el deseo de poseer a una mujer, de probar sus sentidos de abordar el tiempo en un deseo interminable de besar su piel y oler su perfume, tan fuerte y desgarrador era el deseo, tan carnal... pero tan placentero... como amanecer en los brazos de alguien y sentir el calor y el descanso de sus cabellos en mi pecho... tan fuerte... me levante del sillón, tomé las llaves de mi departamento y salí por esa puerta en busca de satisfacer mi deseo; bajé lentamente las escaleras del edificio, había un silencio y el tiempo seguía así de viscoso, salí a la calle, di unos cuantos pasos... había no había autos sobre la calle, confiado cruce la calle, entre en esa tienda atendida por una anciana y sólo pedí los cigarros de costumbre sin abrir de más mi boca más solo un gracias... y solo escuche que dios te bendiga de los labios de esa anciana ya muy cansada por la edad... salí lentamente de la tienda, me detuve justo enfrente de la tienda para abrir la cajetilla... con la mirada baja sólo estaba deseoso de quitar el plástico de la cajetilla, sentí la mirada de alguien, levanté la cara, era una mujer que al momento de voltear sonrió, venia por la acera de enfrente, disimuló su interés yo le respondí con otra sonrisa, voltio una vez más, y sonreímos juntos justo unos metros al pasar enfrente de mí tome un cigarrillo y mi encendedor al tiempo que avance cruzando la calle y con mi mirada abajo y distraído por que el viejo encendedor no prendía por la brisa tan suave y que movía sus cabellos, lo prendí y al darle la primera fumada estaba a media calle y al voltear a buscar su sonrisa la encontré de nuevo justo frente a mí y sonreí..... sentí un fuerte golpe en mi costado que me levanto y caí muerto por el golpe de un auto, así sonriendo.... y así de rápido se consumió mi vida como un par de cigarrillos.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home