Lo mas nuevo de LH (2da parte)
Pasó algún tiempo desde aquel encuentro casual… me afectó en extremo… la depresión que se marchó, ahora estaba de regreso… mi ansiedad por alguna explicación o una simple llamada telefónica, crecía… tomé algunos días para viajar y relajarme y dejar de pensar en el reencuentro… Levanté mi cabeza del respaldo… algo aburrido, pasaron quizás tres o dos horas… cambié de posición, el asiento no era cómodo… miré por horas el paisaje que podía apreciar a través de la ventana… era desdichado, pensé… recargué mi brazo sobre la cornisa de la ventanilla, y sobre éste mi cabeza… era media tarde… el hambre ni siquiera apareció… dejé el libro sobre el asiento contiguo… y miré las imágenes que se presentaban… lo hice por horas… si, por horas habían dado vuelta en mi cabeza sus miradas… sus ojos… sus destellos… sentí, en cada recuerdo la sensación de el nerviosismo de la primera vez en que nos conocimos… pero era tanta la tristeza… escuché el llamado de alguien… distraído e ido por los sentimientos… reaccioné y volteé atendiendo el llamado… era Zaraah… me saludó con un hola, tambaleante por su acento polaco… sonreí ocultando la tristeza… me pidió permiso para sentarse a lado de mí y acompañarme en algo del trayecto… la conocía de tiempo atrás… era mi confidente y amiga… aunque oculté tras esa sonrisa mi estado sabía lo que pasaba… -¿ Aún la quieres, cierto?-. Preguntó… -No-. Contesté negando mis sentimientos y engañándome a mi mismo… tomó mi mano… la acarició suavemente… y puso en ella una carta… y se marchó… la tomé… desdoble cada dobles… era Ella…
“Perdón, nunca tuve la valentía de decirte las cosas de frente… tu lo sabes, nunca fue mi virtud… ahora sabes el porque de mi partida… no te molestes sí esta explicación llegó tarde… no entenderías quizás lo que pasaba por mis sentimientos… mi corazón no podía más con la situación… perdóname… lo siento mucho, yo también estoy sufriendo tanto como tu… cuídate… te quiero…”Me dio rabia tanto cinismo… aún se burlaba de mí… ya el daño lo había logrado consumarse… el llanto corrió… era silencioso y lleno de coraje… no había tristeza y esperanza en él… volví mis manos al rostro… lo cubrí con ellas y traté de calmarme… era impropia la llegada de esa carta… cortó mi mente y mis sentimientos, con un filo tan fino… me levanté… busqué en el maletero… saqué mi cámara… me dirigí a la ventana… admiré las montañas y capturé… me sentía solo…
Continuara...
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